viernes, 4 de junio de 2021

AEW Double or Nothing 2021


Por Rubén Clavería

Volvemos de nuevo con el evento más esperado de All Elite Wrestling; el Double or Nothing 2021, que se celebró el pasado 30 de mayo en el Daily's Place de Jacksonville con casi 6000 fanáticos entregados en cuerpo y alma.

La empresa de Tony Khan sabe cumplir con creces en los eventos especiales y nos dejó un PPV disfrutable de principio a fin. Las comparaciones son odiosas, sí, pero de verdad pienso que en la WWE están empezando a ver las orejas al lobo. No en el plano empresarial, sino en el creativo.

No me quiero extender mucho en esta crónica (cuando me dé cuenta seguro que llevaré 4 hojas escritas), así que vamos a empezar.

En el primer combate pudimos ver de la alianza de AEW con NWA y pudimos disfrutar del Serena Deeb Vs Riho en el que Deeb defendería el Campeonato Mundial Femenino de la NWA. La japonesa, a la que solo le faltó determinación, no pudo arrebatar el título a Deeb en un combate que dejó claro el gran nivel de estas luchadoras y que calentó motores para todo lo que venía encima.

Seguidamente "Hangman" Adam Page derrotó a Brian Cage en un combate vistoso y sólido y que fue de menos a más. Hay que recordar que hace solo unas semanas Cage rompió la racha de imbativilidad de Hangman Page y que le privó de ser uno de los contendientes por el campeonato mundial de AEW. Esto no hace más que destacar el futuro de Hangman, que muy probablemente en poco tiempo estaremos viéndolo luchar contra Kenny Omega por el título mundial. Con decir que le vi destellos de Shawn Michaels o Stone Cold lo digo todo.

El PPV no se detenía y The Young Bucks pondrían en juego su Campeonato Mundial por Parejas de AEW frente a Jon Moxley y Eddie Kingston. The Young Bucks vuelven a ser lo que tienen que ser; una pareja odiosa. Por eso, por el carisma de Moxley y por el buen planteo del combate (lleno de cuentas fallidas), disfruté el combate sin despegarme del sofá. Combate totalmente recomendable en el que pudimos ver la mejor versión de los Bucks, un Eddie Kingston sólido, sangre, acción... Bravo.

Jon Moxley pensando en la factura de la luz

A continuación... la Casino Battle Royal. En esta batalla, los luchadores acceden al ring de 5 en 5 como si fueran palos de la baraja de poker y en la que pudimos ver a prácticamente todo el elenco midcard del roster: Jungle Boy, Christian Cage, Matt Sydal, Powerhouse Hobbs, Dustin Rhodes, Max Caster, Isiah Kassidy, Matt Hardy, Preston Vance, Nick Comoroto, Serpentico, Griff Garrison, Brian Pillman Jr., Anthony Bowens, Colt Cabana, Penta El Zero M, Evil Uno, Marq Quen, Aaron Solow o Lee Johnson. Pero faltaba uno, el joker, y la AEW nos volvía a sorprender con el debut de Lio Rush en la empresa. Gran luchador que aportó rapidez, espectacularidad y agilidad en lo poco que duró en el ring hasta que fue sacado por encima de la tercera cuerda. Esperamos que se quede en la empresa y nos haga disfrutar tanto como lo hizo en WWE.

La batalla, contra todo pronóstico, la ganó el fabuloso Jungle Boy que eliminó en última instancia a Christian Cage y que obtuvo la oportunidad por el Campeonato Mundial de AEW.

La AEW quiso que el siguiente combate se viera envuelto en un halo de rivalidad patriótica y enfrentaría a Cody Rhodes (The American Dream, como su padre) Vs Anthony Ogogo (medallista olímpico en boxeo por Gran Bretaña). Después del típico vídeo ensalzando a las fuerzas armadas, aparecieron los luchadores con sus respectivas banderas. Enamorado me quedé de la casaca de Rhodes que, curiosamente, me recordaba a la elegancia absoluta de un inglés célebre, David Bowie. Poco puedo destacar del combate, cumplió. Pero Rhodes no es mucho de mi agrado y terminó llevándose la victoria.

Después de una lucha sin mucho que destacar apareció la bestia Lance Archer (junto a Jake the Snake Roberts) que intentaría ganar el Campeonato TNT que portaba la enorme cintura del actual campeón, Miro. Una lucha física, dura y muy vistosa para luchadores tan grandes como ellos, en la que quizá podían haber dado algo más. Sobre todo Miro.

Me preocupa el devenir de Archer ya que lo tiene todo para que le den un título pero nunca lo llega a conseguir. Esperaremos.

Uno de los combates más esperados era el que pondría en juego el Campeonato Mundial Femenino de AEW que enfrentaría a la campeona Hikaru Shida contra la magnífica Dr. Britt Baker D.M.D.

El personaje de Baker ha sido de los que se cuecen a fuego lento y que van calando. Es tremenda en el micro y, como ella misma defiende, es sin duda la cara femenina de la empresa. Tras una lucha plagada de acción pudo alzar el campeonato en detrimento de una Shida a la que le falta algo para terminar de convencer en el ring. Sin duda son grandísimas luchadoras y dos grandes roles que seguirán siendo de lo mejorcito del roster. Veremos qué rivalidad le espera a Baker y si saben aprovechar todo su potencial.

La dentista haciendo rendir a Shida

Y ahora... uno de mis mayores ídolos de la infancia, Sting, haría equipo con Darby Allin para enfrentarse a Scorpio Sky & Ethan Page. Sting, a sus 62 años, realizó movidas increíbles. Saltos, carreras, golpes... impresionante lo de este hombre. Cuando fichó por AEW no esperaba que lo volviera a ver pelear a semejante nivel. Enorme. Además Allin es brutal en el ring y Sky y Page hicieron su papel a la perfección. A destacar el papel heel de Ethan Page que hizo que lo odiara hasta la saciedad. Muy buen combate.

Sting. 62 años.

Ahora Kenny Omega pondría en juego su Campeonato Mundial de AEW en una triple amenaza que lo enfrentaría a PAC y Orange Cassidy. Im-pre-sio-nan-te. Combate de casi media hora que superó con creces las expectativas. PAC sacó a relucir su mejor versión aérea, Cassidy exprimió su personaje (me encanta este tío) para darle emoción al combate y Omega resultó ganador con juego sucio mientras el árbitro estaba fuera de combate por algún golpe recibido. Una lucha que mostró lo mejor de cada uno y que bien puede ser una de las mejores de la noche.

Y el main eveeeeeeeeent... la Stadium Stampede que enfrentaría a dos facciones totalmente enemistadas y que reúnen lo mejor que puede tener cada una de ellas. Inner Circle comandado por Chris Jericho Vs The Pinnacle de MJF. El Inner Circle de Jericho tendría que separarse si perdía esta lucha, así que veríamos acción. De hecho, el formato es muy parecido al de una película de acción. Si eres fan de este género de películas puedes echarle un vistazo al combate y disfrutar como si estuvieras viendo a Sylvester Stallone. 

MJF. Uno de los mayores villanos de la industria.

Golpes, comedia, lucha, variedad... Y sin olvidar que la estampida se realizó por todas las gradas y habitaciones del estadio pero, al haber público, terminó en el ring rodeado de gente y que gritaron como nunca cuando Sammy Guevara realizó el pin que les dió la victoria a Inner Circle. Quizá no esté a la altura de la del año pasado, pero fue entretenidísima y puso la guinda a un PPV más que notable.

Si AEW sigue este nivel en los PPV y mejora un poco los programas semanales puede convertirse en líder del wrestling profesional mundial. He dicho.

martes, 22 de diciembre de 2020

MEMORABILIA 2020

 Por Diego José Fabián


Hecho, es simple, cantaban 7 Notas 7 Colores en los 90. Ahora, al final de 2020, lo que se lleva es C. Tangana y Bad Gyal. ¿Qué coño tiene que ver esto con nuestro cometido? La extrapolación. Mucho Muchacho podría ser The Undertaker y los traperos Andrade y Zelina Vega. Y todo metido y agitado en este año donde los casos de ansiedad se multiplican por un virus que NO ha conseguido parar la maquinaria del mundo del wrestling. 

Una mañana de primavera, le propuse a Rubén Clavería reabrir este blog. Seguramente la razón de todo esto pudo ser el estado de alarma. Así que nos pusimos manos a la obra y empezamos a editar. Sí, muchas cosas. Pero en vez de repasarlas aquí, haré de este artículo una brevedad y el que lo lea, que indague en todo nuestro trabajo. Hecho, es simple.

Por último, lo que sí quiero recalcar, es la colaboración que nos han brindado Rebeca Turmo y David Ruiz, así como la del luchador zaragozano Big C.A. Nos vemos en Royal Rumble 2021, que es en lo que nos vamos a centrar ahora. Salud.

¿Sleaford Mods? No, Fabieriawrestling







viernes, 11 de diciembre de 2020

NXT TAKEOVER: WAR GAMES 2020

 Por Rubén Clavería

Casi como despedida de este fatídico año, NXT nos brindó uno de los mejores eventos PPV de este 2020. Sí, amigos y amigas, NXT ha vuelto a demostrar la fuerza de su ingenio y el talento de sus luchadores sin temor a postularse como una de las mejores marcas de lucha libre del mundo.

Lo cierto es que los últimos programas no auguraban un gran evento debido a decisiones desafortunadas y un guion indigno del buen hacer de la marca. Pero llegó el WarGames para callarnos la boca.

El evento comenzó en todo lo alto; un WarGames Match femenino con dos equipos absolutamente brillantes. No titubeo al decir que la división femenina de NXT es una de las mejores del mundo y sin lugar a dudas una de las mejores en años. Se enfrentaron 8 auténticas bestias de la lucha libre. Por un lado, el Equipo Candice (formado por Candice LeRae, Toni Storm, Dakota Kai y Raquel González) y por otro el Equipo Shotzi (Shotzi Blackheart, Ember Moon, Rhea Ripley e Io Shirai). Y es que no pude evitar incluso emocionarme con la salida de las luchadoras hacia las jaulas donde aguardarían su turno para salir al ring. Cabe recordar que en el combate WarGames las luchadoras deben esperar su turno dentro de una jaula y salen hacia el ring (también enjaulado) alternadas cada 5 minutos. El ganador debe ser por pin o rendición.

Las elegidas para empezar el combate fueron Dakota Kai por el equipo Candice y Ember Moon por el de Shotzi. Comenzaron dándose fuerte restregando sus rostros por la verja que rodea los dos cuadriláteros en este evento. Además, demostraron gran resistencia hasta que salió Shotzi (su equipo jugaba con ventaja ganada en uno de los programas semanales). Shotzi es una prometedora luchadora que en poco tiempo se ha convertido en la cara femenina de NXT gracias a su carisma. Dentro del cuadrilátero se alió con Ember Moon para, tras varias llaves de equipo, poner en apuros a una Dakota Kai que todavía luchaba sola y que aguardó como pudo hasta que entró su eterna amiga, Raquel González. Comienzan las palabras mayores. Y es que la fuerza de González es abrumadora. Utilizó incluso a Kai como ariete para dejar la cosa equilibrada y tanto Shotzi como Ember empezaban a estar cansadas. Pero claro, apareció otra bestia. Esta vez era Rhea Ripley que enseguida se encaró con González ya que son luchadoras parecidas. Ripley está destinada a hacer algo grande en WWE y ya lo demostró teniendo una lucha frente a Charlotte Flair en el pasado Wrestlemania. Muchos talentos salidos de NXT UK (un saludo para A-Kid desde aquí) lucharían en este PPV: Pete Dunne, Rhea Ripley o la siguiente luchadora; Toni Storm. Al ser un WarGames vale todo y accedió al ring con varios palos de kendo que hicieron las delicias en la espalda de Ripley. Se relajaron un poco hasta que entró la actual campeona femenina de NXT, Io Shirai, que intentó acceder al ring acompañada de una gran escalera. González se lo impidió, por supuesto. De hecho, era el turno de Candice y Shirai todavía no había pisado el ring. El equipo de Candice tenía ventaja, incluso numérica, y se paseaban por el ring repartiendo golpes a base de kendo. Después de una buena paliza a Shotzi, Candice intentó el pinfall pero el árbitro le recordó que Io todavía no había entrado y debían estar 4 contra 4. Pero… ¿sabéis quién apareció en lo alto de la verja y se tiró encima de todo el elenco femenino metida en un cubo de basura? Exacto, la japonesa. Momentazo de la noche. Dejó el ring como un solar y se puede decir que entró como caída del cielo. Ahora sí que había empezado la guerra. Todas contra todas. Palos, sillas, martillos, cubos… de todo. Empezaron los intentos de pin de un equipo y de otro haciendo amena y divertida la lucha. Llevaban 30 minutos de lucha y no quería que acabase. Tras varios moon sault de la japonesa, se empeñó en atacar a González que la estampó literalmente contra una escalera ubicada entre las cuerdas de los dos rings. La japonesa no lo pudo soportar y González consiguió el pin para el equipo de Candice LeRae. Impresionante. Un combate tan físico, violento y espectacular que LeRae terminó con un brazo roto que disimuló bien en la celebración de la victoria de su equipo. Posiblemente, una de las luchas del año. 

Auténtica batalla campal

 

Después de semejante despliegue, WarGames nos dio un respiro con el siguiente combate: Tommaso Ciampa VS Timothy Thatcher. Una lucha no muy interesante debido a cómo llegaron ahí. Casi era cantada la victoria de Ciampa. Aun así, nos dieron todo lo bueno de cada uno en una lucha física y que comenzó un tanto técnica. Poco a poco se fue animando el combate y nos regalaron superplex, suplex y un reguero de sangre que salía de la oreja de Thatcher. No estuvo mal, la verdad. Pero era difícil hacer algo mejor que lo que hicieron las féminas.

Más tarde se enfrentaron Dexter Lumis y Cameron Grimes en una lucha de correas que se alargó demasiado, aunque hicieron gran trabajo en el ring. Es difícil hacer que una lucha de correas sea entretenida, y aunque ésta lo fue, se alargó mucho en el tiempo. De todas maneras, un personaje tan cobarde como Grimes no me llama mucho. Eso sí, esa mirada perdida de Lumis me tiene cautivado. La campana no sonó hasta que los dos estaban unidos por la correa, y eso que ya llevaban un buen rato dándose de lo lindo. Aprovecharon el juego que dan las correas para hacer volar al contrincante contra las barricadas. Y tras casi 20 minutos de lucha, el cobarde de Grimes terminó rindiéndose y Lumis salió victorioso. Poco más.

Un pequeño segmento de vídeo nos indicaba que queda poco para el regreso de Karrion Kross. Sí, maldita sea.

Se avecinaba una Triple amenaza por el Campeonato Norteamericano de NXT: Damian Priest, Johnny Gargano y el actual y sorprendente campeón, Leon Ruff. Estaba claro que Ruff no podía ostentar el título mucho más, así que hoy esperaba que el título cambiara de manos. Y así fue. El combate tuvo presentación clásica, con un micro bajando del cielo y presentando a los contendientes uno a uno. Ruff parece que ha caído en gracia y el poco público presente lo aplaudió hasta la saciedad. Una vez sonada la campana, Priest tenía claro que su objetivo era Gargano. Y es que la superioridad física de Priest es evidente. Ruff compensaba su carencia de físico con velocidad, carisma y valentía. La verdad es que se merece estas semanas como campeón. La lucha estaba siendo muy intensa y Priest lanzó a Ruff contra la mampara de la barricada y los árbitros se lo tuvieron que llevar malherido. Mientras Priest y Gargano daban un buen espectáculo, Ruff se fue recuperando entre bambalinas y al poco salió para demostrar que es un gran luchador. Jugaba con las cuerdas y con saltos imposibles que lo hacían ver incluso superior. Cuando la lucha estaba en todo lo alto aparecieron 6 tíos vestidos como el asesino de Scream (valía todo en esta lucha) que atacaron a Priest sin desgastarlo mucho. Bueno, sí. Terminaron por darle un palazo que lo dejó fuera de juego. Momento que aprovechó Gargano para hacerle el pin a Ruff. Una lucha realmente excelente y, además, cuando Gargano estaba celebrando su nuevo título se descubrió uno de los misteriosos atacantes era nada menos que Austin Theory. Buen regreso en otra candidata a lucha del año. Bravo, señores.

Y para finalizar la velada vendría el evento principal. La WarGames masculina, que enfrentaría a The Undisputed Era (Adam Cole, Bobby Fish, Kyle O'Reilly y Roderick Strong) VS Pat McAfee Team (Pat McAfee, Pete Dunne, Danny Burch y Oney Lorcan) y que tendría las mismas normas que la WarGames femenina. Lo más importante de esta lucha es que McAfee se está consolidando como un gran luchador dentro del roster. No entró con buen pie en WWE ya que no son bien vistos los fichajes de deportistas que quieren cambiar su deporte por la lucha libre; nunca terminan de encajar. Pero McAfee decidió cambiar el fútbol americano por la WWE en una de las mejores decisiones que pudo tomar. ¿Por qué? Porque salimos ganando todos. Es sorprendentemente bueno en el ring, brillante en el micrófono y tiene todavía talento que explotar. Eso salvó una WarGames masculina que quizá no fue tan entretenida como otros años. Aun así, fue gran lucha. Los primeros en enfrentarse serían Kyle O'Reilly contra Pete Dunne, que últimamente luce muy cincelado. Empezaron muy técnicos a ras de lona con movimientos muy rápidos hasta cumplir los 5 minutos para dar paso a Oney Lorcan (campeón por parejas de NXT junto a Danny Burch). Pete Dunne, de momento, estaba fuera de juego. Pero poco tardó en aliarse con su compañero para hacer sufrir a O’Reilly. La verdad es que sólo había 3 luchadores y la lucha estaba siendo vertiginosa. Era el turno de Bobby Fish, que entró con todo. Poco a poco se fueron compenetrando para realizar diferentes ataques en conjunto hasta que entró Burch con varios palos de criquet para empezar con la violencia. Dejaron a los miembros de The Undisputed Era tirados por los suelos. Eso sí, entró Roderick Strong con todo para dejar a los 3 adversarios sin fuerzas para seguir. Se empezaba a notar el cansancio y el ritmo iba bajando, pero entró McAfee para demostrar lo que hablábamos al principio de esta lucha. Fue metiendo mesas donde ponía los nombres de los componentes de Undisputed Era, lo que hacía presagiar que iba a haber buenos golpes. Y así fue. Strong fue el primero en romper su mesa recibiendo un Moon Sault de McAfee desde la tercera cuerda. Adam Cole salió cabreado y roció a los del Team McAfee con un extintor. Estaban todos ya dentro del ring; el WarGames match oficialmente había comenzado. La tensión entre las dos facciones es espectacular y dieron un gran espectáculo hasta que Undisputed Era empezó a tomar el control. Entonces los de McAfee ya poco podían hacer. De hecho, los de McAfee terminaron rompiendo las mesas con los nombres de los integrantes de Undisputed Era pero con sus propios cuerpos. El tiro por la culata. Antes de terminar, McAfee nos deleitó con un Moon Sault desde lo alto de la verja cayendo sobre el resto de luchadores. Increíble lo de este chico. Cole intentó el pin sobre McAfee después de un espectacular Panama Sunrise pero el exfutbolista resistió. Un final agónico que terminó en pin de O’Reilly a Oney Lorcan. Gran final para consagrar a Undisputed Era como los reyes del WarGames ya que llevan ganadas 2 de sus 4 ediciones. 

Auténtica batalla campal 2

 

Un WarGames un tanto agrio por los combates centrales pero que se postula como uno de los eventos más esperados del año.

martes, 1 de diciembre de 2020

THE WRESTLER (EL LUCHADOR)

 Por Diego José Fabián

Hay películas. Muchas. De toda índole. Comedias, melodramas, terrores, indies... Pero en este blog no podíamos dejar pasar la ocasión de reseñar la gran película de temática luchística The Wrestler. Darren Aronofsky (Cisne negro) dirigió el film y contó con el mejor protagonista que podía encarnar tal papel: Mickey Rourke.

La trama viene a ser más drama que comedia. Randy "The Ram" Robinson es un luchador que vivió días de gloria, fue una superestrella, pero su llama se apagó y ahora vive en una caravana y pelea en eventos de tercera. No faltan rosters de veteranos, principiantes y como no, samoanos, imprescindibles en toda liga que se precie. Randy, también, mantiene una relación sentimental con Cassidy (Marisa Tomei, impresionante en su papel), una bailarina de pub sórdido. Además de una tormentosa relación con su hija. Todo muy jodido ¿verdad?

Pero ahora entra en juego El Ayatolah, que fue su mayor rival en los tiempos de bonanza. Surge la ocasión de mantener una última lucha, en un evento de mayor categoría y volver a recuperar a todos esos fans que se fueron perdiendo por el camino. Una revancha. Y este momento, como Randy apunta en el ring, fue muy gozoso. Ambos dos disfrutan otra vez como niños de la lucha. Un final feliz, pues. Merece mucho la pena ver los primeros planos que Aronofsky rueda en esta secuencia final. Volviendo al principio, repito, hay films de mucha índole. Pues bien, queridos, esta es de las que se clavan. Pero no en el cerebro. En el corazón.

Cartel

Y como anécdota, en Wrestlemania XXV, Rourke tuvo una aparición estelar a propósito de la película. Chris Jericho, tras su combate con las leyendas de WWE Jimmy Snuka, Rick Steamboat y Roddy Piper, le espetó a Rourke, que estaba en las primeras filas, un: "estás acabado como actor". Mickey saltó al ring y le dio tal ostia a Jericho que a éste no le quedó más remedio que salir abochornado de la madre de todas las veladas. Gran momento para la historia, mis queridos.

Rourke y Jericho

Pincha aquí para ver el trailer:

https://www.youtube.com/watch?v=M07l5FPv_j0 

martes, 24 de noviembre de 2020

ENTREVISTA A BIG C.A. DE AWZ WRESTLING

Por redacción Fabieriawrestling
 
Hoy vamos a entrevistar al luchador español Big C.A, fundador de AWZ Wrestling.

¿Cómo, cuándo y dónde surge AWZ?

Todo comenzó en 2008, en Zaragoza. Siempre con el apoyo de Sergio Labandera , entrenador nacional de boxeo, quien actualmente dirige la Organizadora de Boxeo Serpabox.
Comenzamos en unas instalaciones muy rudimentarias y todo fue evolucionando hasta contar en la actualidad con una nave de 500 m2 con ring de Wrestling Profesional.
Al principio todo comenzó de forma muy amateur. Después, me formé como luchador profesional en las mejores escuelas de Irlanda. Y actualmente, puedo compartir esa experiencia con los alumnos. Además de otros luchadores venidos de diferentes partes del mundo que vienen a la escuela a compartir su experiencia.


¿Cuántos luchadores tenéis en vuestro roster?

Nuestro roster está en crecimiento actualmente, dónde no solo hay y habrá talentos españoles, si no también de diferentes partes del mundo. Lo cual permitirá ofrecer grandes espectáculos en cuanto sea posible, debido a la situación actual del Covid en el mundo. 

Big C.A. aplicando un chockeslam a Red Amethys




¿Desde AWZ veis interés por parte del público? Quiero decir, ¿qué tal funcionan los eventos con público? (más allá de la pandemia)

El apoyo del público ha sido determinante para el crecimiento de AWZ Wrestling.
Por ejemplo, recuerdo el combate en el que se pusieron en juego por primera vez los cinturones de parejas mixtas. Los cinturones Tag Team de AWZ pasaron a poder ser mixtos en aquel combate y se estrenó nuevo diseño.
Fue en un evento de Boxeo y Wrestling en el que hubo un aforo de unas 700 personas.
Había un gran impedimento y es que teníamos que luchar en un ring de Boxeo.
Y a priori podía parecer un público difícil, puesto que la mayoría había ido a ver Boxeo. Y por lo general, la gente tiene una idea preconcebida sobre el Wrestling. Pero cuando los asistentes vieron los golpes que estaban ocurriendo en el ring, se volcaron con nosotros. Hasta tal punto, de que después del combate había una fila de gente para hacerse una foto con nosotros, los wrestlers.
Esperemos que mejore la situación de la pandemia cuanto antes, porque el público son quienes engrandecen los deportes.


¿Cuánto tiempo semanal dedica un luchador o luchadora al entrenamiento físico?

Para ser luchador profesional, no basta con entrenar en un ring. Hay que formarse físicamente para fortalecer los músculos y que el cuerpo sea capaz de soportar los golpes. Y estar preparado físicamente es muy importante también, porque el Wrestling requiere mucho cardio. Los combates son agotadores.
Yo particularmente, me debo al gimnasio con entrenadora personal y nutricionista. Además de entrenar en mi ring. Así que con suerte, solo me queda un día de descanso a la semana como mucho.

Big C.A. two belts




¿Con qué periodicidad organizáis eventos?

Nos gustaría una vez al mes, o cada 2 meses aproximadamente. Todo dependerá de cómo vaya evolucionando todo.


¿Qué planes de futuro tenéis?

La verdad es que tenemos grandes proyectos para el futuro, algunos aún no han sido anunciados. Te puedo decir, que entre otras cosas, además de crecer como escuela queremos organizar grandes eventos, contando incluso con actuaciones musicales.
Se irá anunciando todo en nuestra web ( awzwrestling.com ) y en instragram ( awzwrestling ).


Bueno, ¿te gustaría añadir algo más?

Simplemente decir que los interesados en apuntarse a clases pueden hacerlo en nuestra web.
Y agradeceros esta entrevista y contar con ofreceros muchas más noticias en el futuro cercano.


Gracias por vuestra colaboración!


 

lunes, 23 de noviembre de 2020

SURVIVOR SERIES 2020: REST IN PEACE

 Por Diego José Fabián

Obviamente, esta vez, empezaremos por el final. La Undertaker Final Farewell. De Survivor Series 1990 a Survivor Series 2020. 30 años justos. Toda una carrera en la que el Hombre de Negro (con permiso de Johnny Cash) se ha pasado por la piedra a todo ser viviente. Su ceremonia final fue escueta. Quizá no podía ser de otro modo. Conspiré con Rubén (50% de este blog) sobre posibles teorías. Miembro final del Team Smackdown, lucha contra The Fiend... Pero lo que acabamos de ver no ha sido menos especial. Algunos de sus viejos rivales como Mick Foley, Jeff Hardy, Ric Flair, Rikishi, Booker T o Shawn Michaels se reunieron en el ring para el último adiós. Después, Vince McMahon tomó el micro para presentarlo y una intro de su tema de entrada en versión electro (podía haberla firmado Dj Hell), dio paso a la habitual hasta llevarlo al cuadrilátero; y ya allí, él solo recitó un breve discurso apuntando sus 30 años en activo y zanjando con un "Undertaker rest in peace". Y se fue con la luna llena para siempre. A veces, lo más sencillo y corto es lo más sobrecogedor. Gracias, Taker. 

El último adiós

Y ahora la velada en sí. Arrancó fuerte, con el Team Raw (AJ Styles, Sheamus, Strowman, Riddle y Keith Lee) frente al Team Smackdown ( Jey Uso, Seth Rollins, Otis, Owens y King Corbin). Sin más, Rollins el Mesías se arrodilla y se deja eliminar por Sheamus. Aún no he cerrado la boca. Y poco a poco fueron cayendo todos... todos!!! los miembros azules, dejando el combate en un contundente 5-0. Tuvo no obstante momentos de crema, como cuando Otis y Lee se vieron los caretos. Y la siempre elegante impronta de AJ. 

Victoriosos


Después vinieron 2 combates más regus. Los campeones por parejas de Smackdown Street Profits vencieron con algún apuro a los campeones de Raw New Day, que con Xavier Woods luchando han perdido algo de fuerza. Y Bobby Lashley hizo lo propio con Sami Zayn, al que rindió con la Full Nelson de forma rápida. 

Las féminas sacaron mejor repertorio, primero con el enfrentamiento entre ambas campeonas, Asuka y Sasha Banks y luego con el combate de supervivencia. En el primero, vimos a una Asuka como siempre histriónica y alucinada (¿de verdad que no se toma un tripi cuando pelea?), pero que tras varios Roll Ups durante el combate entre ellas, uno de ellos dio con la victoria de Sasha. Y el Team Raw ( Nia Jax, Shayna Baszler, Lacey Evans, Peyton Royce y Lana) se enfrentaba al Team Smackdown ( Bayley, Natalya, Bianca Belair, Ruby Riott y Liv Morgan). Aquí hubo tema del bueno. El equipo azul estaba mucho más unido que el rojo, en el que había muchas tensiones. La cara de Nia cuando, por ejemplo, llegaba al ring Evans con su pose de glamour, era todo un poema. La cosa se fue desigualando a favor del Team Raw, pero Baszler fue descalificada por desobedecer al árbitro. Solo quedaban, por un lado Nia y Lana y por el otro Belair. La primera y la tercera fueron descalificadas por cuenta fuera y tachán... momentazo. Lana, que apenas había participado, era la única superviviente. Nia no daba crédito, pero su esbirra le había dado la victoria. Los caminos del wrestling son inescrutables.

Lana, en el cento, en lo poco que participó

Y antes de la comentada ceremonia de Undertaker, el gran plato fuerte con los campeones actuales de la WWE. Roman Reigns y Drew McIntyre. Empezaron con mucho forcejeo y tomas de nuca. Reigns parecía querer dormir el combate, mientras el escocés se mostraba más dinámico. Tuvo Roman que recurrir a la artillería pesada, esto es, la mesa de los comentaristas, donde aplastó a Drew cuando el combate tomó ritmo. En un lance, el árbitro quedó noqueado, momento que aprovechó Jey Uso para interferir a favor de su primo y darle la victoria final. De este modo, y viendo que en la pasarela se dieron la mano y un sentido abrazo, es posible que hayamos llegado al fin del desencuentro familiar.

Ay, las mesas

 

En general hemos asistido a una noche única, por lo que dentro de ella conlleva. Ahora es tiempo de digerir y continuar con nuestras vidas. Pero ya para siempre sin EL ENTERRADOR.

martes, 17 de noviembre de 2020

LA TRAICION DE MONTREAL

 Por Rubén Clavería


Si has estado fuera del mundo durante 23 años puede que la “Traición de Montreal” te suene a misión del Call Of Duty, pero si te ha interesado la lucha libre en algún momento de tu vida, estoy seguro de que habrás oído hablar de ella. Es unos de los incidentes más famosos de la historia de la lucha libre. Aquel 9 de noviembre de 1997 la lucha libre cambió para siempre y, en resumidas cuentas, es todo lo acontecido en la salida de Bret Hart de la WWE (que ya había firmado por WCW) y todo lo que se maquinó para que no dejara a la empresa en ridículo.

Quizá este artículo es para los que estuvieron fuera del mundo. A ver, os explico. En aquella época, había una batalla televisiva entre WWF y WCW que reunía a casi 10 millones de televidentes los lunes por la noche. Increíble. Además, la WWF estaba pasando por problemas económicos y la WCW contrataba a todas las grandes estrellas de la WWF. Pero había un luchador que se resistía a salir de la WWF rumbo a WCW. Ése era el fiel Bret Hart.

Este luchador había permanecido en la empresa durante 14 años, formando parte en la “Edad de Oro” del maravilloso Tag team The Hart Foundation. Era fiel a la marca, no había duda. Además, era la superestrella más famosa de la época. Pero claro, apareció otra superestrella que intentaría eclipsar a The Hitman Hart; mi amado Shawn Michaels. El chico rompecorazones formaba parte del stable The Kliq junto a Kevin Nash, Scott Hall, Triple H y X-Pac. Campaban a sus anchas tras bastidores (con el beneplácito de McMahon), controlando las decisiones creativas de su stable para la envidia y desazón del backstage.

Bret Hart estuvo en contra en todo momento de que The Kliq hiciera lo que quisiera y tras rechazar un contrato de casi 9 millones de dólares por parte de la WCW, la WWF permitió que Bret tomara las riendas creativas de su personaje y así evitar confrontaciones con el stable The Kliq antes de dividirse en D-Generation X (WWE) y nWo (WCW).

La libertad creativa de Hart hizo que su sentimiento nacionalista (recordemos que es canadiense) aflorara hasta el punto de declarar que los luchadores estadounidenses eran basura comparados con los luchadores europeos o canadienses. Claro, esto lo enemistó con el público y lo convirtió en uno de los villanos más odiados de la historia. Bueno, también lo convirtió en el héroe nacional de Canadá. Michaels, por su parte, aprovechaba cualquier ocasión para vejar la bandera canadiense acrecentando así una rivalidad contra Hart que llegó a lo personal.

Los dos eran grandes profesionales, pero con un ego enorme. Se cuenta que, tras un show en California, Bret echó en cara a Shawn su falta de profesionalidad asegurándole que no tendría ningún problema en perder junto él ya que el campeonato estaría en buenas manos. Michaels sólo acertó a decirle: “Tranquilo, porque no volveré a perder contra ti”. Ole tú, Michaels, ole tú. Esto indignó tanto a Bret Hart que se negaría a perder su campeonato contra Michaels, por los siglos de los siglos.

Eran ya mediados del 97 y Bret Hart empezaba a no encajar dentro de WWF. Tanto fue así que buscó consuelo en la WCW firmando un contrato millonario mucho mejor que el que rechazó en su momento. Desde el conocimiento de la noticia McMahon empezó a pensar en la manera de quitarle el campeonato antes de su marcha a la empresa rival. El mayor miedo de Vince McMahon era que Bret apareciera en WCW siendo campeón de la WWF y ridiculizara a la empresa como hizo en horario de máxima audiencia Alundra Blayze tirando el campeonato de la WWF a un cubo de basura. Ole tú, Blayze, ole tú.

Lo cierto es que Vince buscaba miles de opciones y el único que podía cargar con la empresa tras la marcha de Bret sería Michaels ya que, por ejemplo, Stone Cold era todavía novato para sostener el título. Bueno, y ya veis cómo estaban las cosas como para hacer perder a Hart.

Quedaba poco más de un mes para la marcha de Bret y el único evento posible para hacerle perder el campeonato era… sí, un Survivor Series que se celebraba nada menos que en Montreal. Único sitio donde Bret se negaba rotundamente a perder contra Michaels.

Vince seguía desconfiando de que Bret marchara a WCW con el título de la WWF en mano y necesitaba que Hart perdiera sí o sí, así que ideó su traición un día antes junto a Michaels y Pat Paterson. El árbitro debería hacer sonar la campana cuando Michaels aplicara un Sharpshooter a Hart y lo haría perder por rendición. Nadie más sabía lo que esto ocurriría. Incluso el pobre Earl Hebner (árbitro del combate) se enteró 10 minutos antes de salir a la lona.

Llegó el día del combate y el Molson Center de Montreal estaba abarrotado con 20.000 personas. La salida de Bret de la WWF todavía no era oficial, pero se habían filtrado rumores provocando que la expectación sobre el main event de esa noche fuera máxima. Michaels salió completamente abucheado y sin ningún tipo de reparo se limpió la entrepierna con la bandera canadiense. Qué grande eres, Shawn. Seguidamente Bret apareció como un auténtico héroe, portando una enorme bandera de Canadá entre los aplausos y vítores del público.

Vince se encontraba en ringside por si las moscas y el comienzo de la lucha tuvo lugar cerca del público para que éste se enervara contra Michaels. Poco después el plan debía llevarse a cabo. Michaels aplicó el francotirador y el árbitro hizo sonar la campana. La Traición de Montreal se había ejecutado. Pura magia. En ese instante, sonó la canción oficial de Michaels y el anunciador lo declaró oficialmente el vencedor y nuevo Campeón de la WWF. 

El momento crucial

 

El árbitro salió corriendo directo a la habitación del hotel, Michaels ponía cara de sorprendido y la de Bret Hart era un auténtico poema. En seguida se dio cuenta de lo que había ocurrido y dejó buena cuenta de ello escupiendo en la cara de Vince McMahon, que lo miraba desafiante en ringside. Mientras Bret destrozaba todo lo que encontraba a su paso, Shawn salía escoltado de la arena para evitar ser apaleado por el público canadiense. Bret dejó claro su camino mientras era enfocado. Dibujó al aire tres sencillas letras: W…C…W.

La traición pilló a todos por sorpresa y hasta el propio Undertaker se dirigió a Vince obligándole a disculparse con el canadiense. Vince se acercó al camerino de Bret y éste lo recibió con un puñetazo que le dejó el ojo morado. Eso era todo lo que tenía que hablar con el que hasta ese día era su jefe. Triple H y Michaels también tuvieron algún altercado con fanáticos a las puertas del hotel y el legado de esta traición se extiende hasta nuestros días.

Vince aprovechó la traición para convertirse en el personaje de Mister McMahon y ser así el villano más odiado de toda la industria. Eso le dio paso para construir rivalidades como la que mantuvo contra Stone Cold en la aclamada Attitude Era y convertir a la WWE en la empresa de lucha libre más famosa y seguida del mundo.

Yo aún recuerdo echarme las manos a la boca para tapar mi cara de asombro la primera vez que vi esa traición. Tú, te aconsejo, puedes dejar el mando de la consola y darle una oportunidad a esta historia que, tras 23 años, sigue y seguirá siendo uno de los mejores momentos que nos ha dado este maravilloso mundo. 

Pincha aquí para ver el resumen de la historia:

https://www.youtube.com/watch?v=OwMOtdNnWYY 

sábado, 31 de octubre de 2020

WALTER vs DRAGUNOV EN NXT UK

Por Rubén Clavería


La vida no acaba en Smackdown o RAW. Así lo demostraron con creces el luchador ruso Ilja Dragunov y el todo poderoso Walter el pasado 29 de octubre en el NXT UK, la marca europea de la WWE.

Estamos acostumbrados a ver grandes luchas en las diferentes marcas, pero en ocasiones se nos olvida qué es el wrestling. El wrestling es y debería ser la vida misma. Ella te pega una gran palmada en el pecho y tú le sonríes desafiante esperando recibir otra. Ser fuerte, constante, saber dar, saber recibir… eso es el wrestling, joder.

Walter debería de haber defendido el título de NXT UK contra Dragunov el 26 de abril en el “NXT UK TakerOver: Dublin”, pero tuvimos que esperar hasta el pasado jueves debido a la pandemia. Bien es cierto que la falta de público siempre es notable en luchas tan interesantes como ésta. Además, el público inglés suele ser bastante ferviente. Aun así, tiene su lado positivo. Me explico: Walter no es un luchador rápido o espectacular, pero sus chops son de los más sonados en toda la lucha profesional. Y buena cuenta de ello dieron el pecho, el cuello y la espalda de Dragunov. Bueno, y el silencio reinante en los BT Studios de Londres.

Realmente más que una lucha fue una batalla; violenta, dura y hasta, en ocasiones, desagradable. Fueron 25 minutos de guerra sin tregua. Chops por doquier, llaves estranguladoras, powerbombs… todo lo que se le puede pedir a una lucha física.

No me entretendré en explicar más sobre esta lucha, pero sí diré que tuvo destellos de auténtico wrestling. Ése que haces cuando vas borracho y que, aunque terminé con algunos rasguños, se finaliza con un abrazo. La vida misma.

Muy grandes, sí señor. 

https://www.youtube.com/watch?v=15YhTA8i25E&t=23s 

jueves, 1 de octubre de 2020

WWE CLASH OF CHAMPIONS 2020

Por Diego José Fabián 

Volvió la pasada madrugada del domingo al lunes la WWE a poner todos sus títulos en juego. Esta vez de verdad, ya que en la últimas ediciones de Clash of Champions habíamos visto algún combate de relleno sin premio de por medio, que nada pintaba en tan especial noche. Cierto es que alguna prueba del puto Covid debió de ser sospechosa, ya que el combate por el título femenino de parejas entre Nia Jax y Shayna Baszler contra las Riott Squad se vio suspendido, al igual que la participación de Nikki Cross en su combate contra Bayley.

Tras la victoria de Cesaro y Nakamura sobre los Lucha House Party en el previo por el título en parejas de Smackdown, el Intercontinental abría la noche en su combate de escaleras, con Jeff Hardy, curtido en mil batallas en esta modalidad, que defendía ante el siempre elegante AJ Styles y el cara culo de Sami Zayn, que para mi enojo, salió victorioso de donde no debió. Aunque más doloroso fue si cabe, ver a Hardy lanzarse ante Styles en una escalera que acabó haciendo de tijera al primero al apartarse a tiempo el segundo. La foto nos lo muestra. No es que la swanton bomb a Zayn en el ring side desde lo alto de la escalera no me doliera, pero sabía que en algún momento iba a pasar. En el enlace la tenéis, literal. La resolución final fue una mala arte de Zayn, que usó unas esposas para maniatar a sus rivales (esposar a Hardy en una de sus dilataciones en la oreja fue como comer carne cruda), y hacerse con el cinturón.

La escalera-tijera

 Después vinieron una serie de combates semi-cortos hasta llegar a los dos últimos. En el primero, Asuka retuvo el campeonato femenil de Raw ante una, aún un poco verde, aunque cada vez con más actitud, Zelina Vega. No fue mucha rival para la japonesa, que sigue acumulando valor y prestigio.

Lo mismo que el hazmereír de Apollo Crews, que optó al USA Championship ante Bobby Lashley, y acabó rindiéndose como todo el mundo podía esperar. Sin más.

Más entretenida estuvo la lucha por el título en parejas de Raw entre los Street Profits y un tag team que personalmente me encanta: Andrade y Angel Garza. No tuvieron suerte los latinos, ya que todavía no terminan de congeniar como equipo, pero no tengo dudas de algo: o acaban haciendo algo muy grande en Raw, o estos dos terminan como el rosario de la aurora.

Bayley se había quedado sin rival ante la baja de Nikki Cross por el cinturón femenil de Smackdown, pero sorpresa... su rival fue Asuka, que tuvo la oportunidad de unificar títulos. Pero Bayley se asustó demasiado y optó por usar una silla, ser descalificada y retener el título. Lista, la muy jodida.

Llegamos así al combate de ambulancia por el WWE Championship entre Drew McIntyre y Randy Orton. Los primeros compases se desarollaron en el ring, pero a la primera salida de Orton... llega Big Show y le aplica un chockeslam en la mesa de comentaristas, que como era de esperar, acaba hecha trizas. Ya el resto del combate se desarrolla en el ring side y en los aledaños de la ambulancia, situada en la entrada del pasillo. También en el backstage, donde el catering acabó por los suelos. Ya otra vez en la ambulancia, la espalda del escocés terminó aterrizando en el parabrisas, por gentileza de un suplex de Orton. Otra rotura que apuntar en el inventario. De nuevo una aparición estelar: Shawn Michaels. Su "patadita" celestial noqueó del todo a un Orton que tiene a todo el pueblo en su contra y finalmente acabó metido en la ambulancia, perdió el combate y salió conducido por Ric Flair. Me reí un rato, por qué negarlo.

McIntyre dando a Orton de su propia medicina

 


Y para terminar, la tragedia familiar entre primos con el Universal en juego. Porque creo que no hace falta recordar a estas alturas el parentesco ente Roman Reigns y Jey Uso. Y hablo de tragedia, porque, personalmente, creo que el final que le dieron a este combate, la va a aumentar durante un tiempo. Hacía años que no veíamos algo así. Con Jey al borde del colapso, entró su hermano Jimmy a intentar parar el combate. La clave: una toalla blanca. En todo deporte de contacto, sabéis, queridos seguidores, que arrojarla significa que te rindes. Pues es lo que hizo Jimmy después de pensárselo un rato, ya que su gemelo andaba medio inconsciente por las spears recibidas, con lo que Roman retuvo. El futuro de esta historia sigue abierto, pero espero que Jey no tenga las secuelas esquizofrénicas que en su día tuvo Bob Backlund por perder un título de igual forma. Que los psicólogos están hasta arriba de trabajo en estos tiempos de incertidumbre general...

La toalla blanca

 




lunes, 28 de septiembre de 2020

CATCH FÉTICHE DEL CONGO

 Por Rubén Clavería


Aquí se avecina uno de los artículos más extraños, interesantes y difíciles de explicar en los que me he embarcado. Hablaremos del Catch Fétiche o también conocido como el Wrestling Vudú o Catch Congoleño.

Hace unos días navegando por el catálogo de Netflix me encontré con una serie documental denominada “Deportes del mundo” y en el que dedicaban un capítulo a nuestro protagonista de hoy. No podía perder la oportunidad de ver algo así: mezcla de lucha libre con vudú. Ojito.

Una vez visto el capítulo empecé a buscar información sobre el tema y lo cierto es que no encontré mucho en español. Por eso me he decidido a escribir este artículo. Así que… ¡allá vamos!

Nos encontramos en la República Democrática del Congo, más concretamente en su capital, Kinsasa. Pero para ponernos en situación debemos realizar una clase muy rápida de historia moderna de este país africano.

Leopoldo II, rey de Bélgica, administraba personalmente el país a finales del siglo XIX. Por aquel entonces era el Estado libre del Congo y reinaba esclavizando y torturando de tal manera que realizó un genocidio con más de 10 millones de nativos muertos. No sólo explotó a la gente sino también los recursos del país. Tanto es así que renunció al territorio debido a las presiones internacionales en 1908 y pasó a ser un país administrado por Bélgica y que tendría el nombre del Congo Belga. Desde aquel momento el Congo Belga pasó a ser una “colonia modelo” a la que inculcaban idioma, religión y costumbres belgas, haciendo olvidar sus tradiciones.

En los años 50 el colonialismo estaba de capa caída y en 1959 hubo varias revueltas en el país, se legalizaron los partidos congoleños y se realizaron las primeras elecciones. Patrice Lumumba fue el ganador, pero, en plena guerra fría, aparecieron EEUU y la URSS para ver si podían conseguir parte de ese rico pastel.

El país seguía dividido socialmente en varios territorios y gobiernos autoproclamados. Uno de ellos era el de Mobutu que, asesinando al ganador de las elecciones y con el apoyo de EEUU, se hizo con el control del país y aplicó una de las peores dictaduras africanas que se recuerdan. No entraremos en las atrocidades de este dictador, pero sí diremos que en 1971 cambió el nombre del país por “Zaire” y se dedicó a cambiar el nombre de las ciudades por nombres locales y a eliminar los últimos rastros de colonialismo. Prohibió prácticas occidentales y animaba a la gente a realizar actividades puramente congoleñas poniendo en peligro a la lucha occidental, muy arraigada en el país, aunque no muy importante en ese momento. No olvidemos tampoco que esta terrible dictadura duró hasta finales de los 90 donde el país sufrió una guerra civil que terminó en el derrocamiento de Mobutu y el ascenso al poder de Laurent-Désiré Kabila.

Cuento todo esto porque creo que es interesante a la hora de abordar los orígenes de esta peculiar lucha. En los años 60, y ya puestos en contexto, el país acababa de liberarse del cruel colonialismo belga y el deporte ofrecía unos héroes que eran necesarios para las masas. Cuando Mobutu ordenó que toda actividad lúdica fuera genuinamente congoleña, Edingwe Moto (padre del Catch Fétiche) decidió mezclar la lucha libre con algo auténticamente congoleño: el vudú. Puto visionario, tío. Había creado algo congoleño mezclando dos mundos, a priori, totalmente distintos. Automáticamente fue un éxito. De hecho, en los años 70 pasó a ser el primer deporte nacional por encima del fútbol convirtiendo a los luchadores en estrellas nacionales. Acojonante. Habían vuelto a sus raíces.

Actualmente las competiciones de Catch Fétiche son supervisadas por la Federación Congoleña de Lucha Libre y una de las más importantes del año se realiza el Día de la Liberación donde acuden miles de fans de toda la ciudad (que tiene nada menos que 13 millones de habitantes).

Quise empaparme sobre el tema para poder explicar este deporte con el mayor acercamiento posible, así que vi unos cuantos combates. Youtube está atestado de ellos, doy fe. Lo primero que me di cuenta es lo rudimentario de estos espectáculos. El ring es de una madera no muy flexible y la lona cuenta simplemente con unas delgadas colchonetas que se utilizan para hacer yoga o entrenamientos. Vamos, que duele. El cuadrilátero ni siquiera tiene escaleras y los luchadores suben a él como bien pueden (incluso los más veteranos, como Edingwe). Se añade unos fervientes locutores y unos altavoces que son de tal calidad que hacen daño a los oídos y… Poco más se necesita. Bueno, sí, una charanga que tocan canciones como si fueran las fiestas de un pueblo perdido de Castilla. Y es que me da la sensación que estos espectáculos son, más que otra cosa, una apasionada demostración de la cultura africana. De SU cultura.

Los combates requieren de un sorprendente nivel físico e interpretativo y el objetivo final no es otro que ganarse al público, como en la lucha libre tradicional, pero añadiendo el elemento del vudú. Los luchadores entrenan duramente basando sus movimientos en la lucha grecorromana, pero, como bien dice Guyga (uno de los luchadores más famosos), “antes de usar el fétiche hay que saber pelear”. Primero debes ser un gran luchador, después ya vendrá el fétiche para el regocijo de las masas.

La narrativa del fétiche incluye creencias espirituales muy antiguas, ancestrales más bien. Tienen un carácter tan arraigado que muestran las raíces de África en una lucha lúdica. Por supuesto, los combates siguen un guion establecido, pero el aura de misticismo flota incluso entre el público dando espacio para la expresión cultural.

Las calles de Kinsasa se llenan de caravanas para ver a sus ídolos. Edingwe Moto (no olvidar que es el padre de todo esto) explica que para él Hulk Hogan es un dios, literal. Por eso, en su momento, quería ser como él. Tanto así fue su propósito que ahora el dios es él. No hay nadie que no lo reconozca por la calle y no le grite “Champion!”. Casi se pelean por intentar darle la mano en señal de respeto. Se lo ha ganado. 



En el Congo todos los barrios tienen sus propias estrellas. Los Gemelos Lipasa (uno sobre el ring y otro realizando hechizos desde el ringside), Guyga, Mabokotomo, Cap Nina, Muana Ndoki, Zombi de Kibambi, Robotcop, Ours Noir o Mwimba Texas (africano albino ya fallecido). El país está repleto de luchadores y, como no, de luchadoras. Miss Marth, La Reina Shakira, Zena La Leona, Lina Do Balazo o Yola das Pastilhas son claros ejemplos de que el Catch Fétiche es un salvoconducto para el sexo femenino.

La mezcla de sexos en este tipo de luchas nunca ha sido algo común (y más tras la desigualdad de género que dejó la guerra civil), pero gracias al crecimiento del Catch Fétiche las mujeres lo han empezado a practicar y lo han utilizado como empoderamiento de ellas mismas para poder medirse de igual a igual contra un hombre. Y es que el Congo es un país en el que es muy difícil ser mujer. Violaciones, abandonos, violencia… También he podido ver reportajes donde las luchadoras explican sus experiencias personales y, creedme, son muy pero que muy jodidas.

La Reina Shakira encabeza la lista de luchadoras hechas a sí mismas. Viviendo en la calle fue violada cuando apenas era una niña y ahora cuida tanto de su hija ya adolescente como de chicas rescatadas de prostíbulos. Tal es la desesperación de estas jóvenes que, en cuanto

Shakira baja la guardia, desaparecen para volver a prostituirse y ganar algo de dinero. Compagina todo ello con su trabajo y el entrenamiento de Catch Fétiche. Ojalá yo fuera la mitad de valiente que ella, la verdad. Explica que cuando entra en el ring se siente libre de poder hacer “sufrir” a los hombres por todo lo que le hicieron.

Shakira practica el vudú en su domicilio y son muchos los vecinos que acuden a ella en busca de ayuda. Esto la ha ayudado a introducir el fetiche en sus luchas. Con un par de hechizos y unos cuantos bailes tribales al son de la charanga el contrincante queda paralizado. Tanto, que no puede evitar caer al suelo para que Shakira (metafóricamente) le extirpe los testículos y proceda a comerlos delante de la turba. ¿Hay algo más digno para ella misma que arrancarle la virilidad a un hombre? Simplemente espectacular. 



En los grandes combates de fétiche los dignatarios y chamanes ocupan las primeras filas. Y es que, aunque en el país todavía exista cierta tensión entre el cristianismo y los “herejes” practicantes de vudú, a esta gente aún se le guarda respeto.

He visto quemar gallinas vivas, niños volar, personas poseídas, cabezas a las que les salía humo, muertos resucitar… En fin, quizá las luchas no sean del todo ortodoxas, pero el espectáculo es tal que es imposible no disfrutar con ellas.

Música, animación, catch, personajes variopintos, vudú, tradición… todo esto forma el Catch Fétiche y es tan sencillamente inexplicable que es mejor que busquéis y os empapéis de todo este mundo tanto como he hecho yo. No os quedará otra que defenderlo como uno de vuestros deportes favoritos. Así pienso hacerlo.

Galería de fotos:

Luchadores de fétiche

 
Caravana con luchadores y aficionados dirigiéndose al espectáculo


Edingwe Moto zampando

lunes, 7 de septiembre de 2020

LA WWE Y YO

 Por Rebeca Turmo

La verdad es que cómo llegué aquí tiene su historia. No es que fuera una fiel seguidora de la WWE. De hecho, hace muchos años que le perdí la pista. Había borrado la lucha libre de mi cabeza. Para mí fue un programa televisivo con el que muchos crecimos y que, aunque no me atrapó en su momento, sí me dejó pequeños recuerdos que están ligados a mi niñez.

Pocos nombres recordaba. Rey Mysterio, Batista, The Undertaker… y poco más. Ah, bueno, y Héctor del Mar. Éste era mi único acercamiento a la lucha libre.

Como una conjunción planetaria apareció Rubén en mi vida a finales del 2016. Entre las muchas sorpresas que escondía, el fanatismo por la lucha libre era una de ellas. No había día que no lo viera repasando combates actuales y clásicos. Me decía nombres que yo desconocía, venía emocionado a mostrarme cuando su luchador favorito había ganado un título, me enseñaba fotos, vídeos… y, así, poco a poco la lucha libre me invadió.

Los planetas seguían haciendo de las suyas y Diego apareció, no en mi vida, sino en la nuestra. Si Rubén era fanático, Diego lo era más.

Una gran velada se estaba cuajando; Wrestlemania 34. Yo no entendía cuán importante era para ellos ver este evento pero ahí estaba yo, delante del televisor, como una extraña entre fuegos artificiales, los gritos de ambos, insultos, risas, anécdotas, decepciones y datos que desconocía. Como he dicho, mi relación con la lucha libre era escasa y me quede alucinada de que la WWE siguiera llenando estadios. Además, salí encantada con semejante mezcla entre realidad y ficción.

El fanatismo de ambos y la curiosidad que dejó en mí Wrestlemania, me llevó a tener una segunda cita. El 4 de noviembre del 2018 fuimos en expedición al Palau Sant Jordi de Barcelona para ver uno de los mayores espectáculos del mundo en directo, WWE Live Show.

Alrededor de unas 6.000 personas, entre los que se encontraba una minúscula yo, tomaron asiento. A medida que transcurría el show, la emoción iba en aumento. Me resultó sorprendente ver tantas generaciones de espectadores juntas, compartiendo toda clase de sentimientos hacia los diferentes luchadores. Verlo en directo es una sensación totalmente diferente y es donde realmente ves todo el esfuerzo que hay detrás de estos eventos (organización, trabajo físico y entrenamiento, vestuario, producción…). El espectáculo me cautivó y un pensamiento me rondó por la cabeza durante y después del evento hasta el día de hoy. Y es que todo esto sigue vivo; muy vivo. ¿Quizá la lucha libre me ha conquistado?

Alexa Bliss y las Riott Squad en su entrada en el Palau Sant Jordi el 4 de noviembre de 2018

 

sábado, 29 de agosto de 2020

MI RELACION CON EL WRESTLING

 Por David Ruiz

 

En estos meses donde todo espectáculo se ha tenido que cancelar, aplazarse a 2021, o realizarlo sin público, hemos podido ver a los grandes deportes llevarse a cabo, y de alguna forma, ya lo teníamos interiorizado, por partidos de pretemporada, amistosos o donde ya estaba todo decidido en términos de clasificación. Pero aun de esta forma, se disfruta.

En el wrestling profesional, como en el teatro o disciplinas surgidas de éste, es casi imposible no disfrutar, el show va unido, luchadores y público hacen que la magia surja, y la experiencia sea total.

Por eso mismo, rota la ecuación, lo que queda, lo físico, es algo descorazonador.

El que creció con este mundo, (choque de artes deportivas y actorales) y el gran impacto que Telecinco, en voz del gran Héctor del Mar, que fue quien nos brindó la entrada a este calidoscópico coctel en 1990, cayó boquiabierto cual preadolescente, en mi caso con 11 años hasta mayores de edad. Todos soñábamos con realizar la salida al cuadrilátero de El Ultimo Guerrero, o con tu mejor amigo, hacer el movimiento que finalizaba el combate por parejas.

Posteriormente al auge inicial, en España llegaría  su clímax, con la velada en Barcelona, era octubre de 1991 y el Palau Sant Jordi lleno, hizo que tanto a los afortunados que pudieron asistir, y los que estabamos pegados al televisor, nos quedara un recuerdo grabado a fuego, en el cual Tito Santana revivía saliendo de la bolsa para muertos de “El Enterrador”, recreando esa parte tan teatral del bien sobre el mal.

En un par de años, el efecto inicial se diluyó y en 1994 cesaba su emisión y un gran escándalo de distribución y venta de esteroides fue el final para muchos de su relación con la WWF.

Para mi suerte, la antena parabólica, en una pausa de casi tres años, me devolvió no solo a WWE (cambió su nombre tras un pleito con la ONG naturalista) sino a promociones japonesas y mexicanas, las cuales habían contribuido con un estilo mucho más rápido y donde la agilidad era crucial en los combates.

En esta nueva versión, apareció la WCW, compañía que adquirió muchos luchados de la WWE, gracias a suculentos contratos, que esta última no podía asumir, así en el 97 y 98 vi auténticos clásicos en las llamadas guerras de los lunes, ya que cambiaron la emisión de viernes a los lunes.

Era mayor de edad, y el wrestling también y el nivel de violencia y sexualidad atrajo a muchos, que contemplaban los vuelos desde escaleras con aterrizajes en mesas y chicas en bikini empapadas en cerveza todo bajo un lenguaje con testosterona por las nubes, la Era Attitude estaba en su apogeo.

La WWE se hizo de nuevo con todo el mercado, las televisiones querían a la generación x, todo valía con tal de extremar el capítulo, alambre de espino, palos de kendo, caídas desde alturas que daban vértigo o peleas dentro de estructuras metálicas.

Todo esto, era igual o mejor que esos años iniciales, pero no podía continuar mucho más; lesiones muy graves, abusos de calmantes para continuar ese ritmo de golpes, pero sobre todo la imagen de la mujer, que quería dejar de ser un mero accesorio en pro de su pareja, para progresivamente avanzar hasta llegar a disputar el campeonato mundial.

Los siguientes años fueron un continuo prueba-error, tratando de encontrar un equilibrio entre los contratos para que el show fuera para todas las edades y así poder facturar ese gran mercado y que grandes contratos de difusión fueran vendidos. A España regreso en 2006 en Cuatro, lo cual a muchos nos alegró de manera superlativa, pero eran shows troceados en su metraje, donde semana si semana también los mismos combates se repetían.

La conexión a internet subió lo bastante para poder descargar los programas, poder ver el show al día siguiente, pero los eventos mensuales eran lo que de verdad esperaba, Royal Rumble, Hell in a Cell, y el mayor espectáculo del mundo, Wrestlemania.

En la actualidad, el nivel de profesionalidad es altísimo, desde sonido, pirotecnia, visualizaciones y luchadores y luchadoras, si ellas son las que en los tres últimos años han agarrado al espectador para tomar el testigo de liderazgo.

En cuanto a mi persona, el wrestling de alguna manera siempre ha estado presente y como un buen amigo dice, es ir a ver una obra de teatro. Muchos no entienden como aun con 40 años nos puede gustar, ahí está la clave, en cada década disfrutada, en los muñecos guardados con mimo de los primeros 90, por las grandes historias que hay cuando una superestrella baja del ring y tiene que afrontar sus demonios personales y por esa dualidad entre evolución y nostalgia.