martes, 17 de noviembre de 2020

LA TRAICION DE MONTREAL

 Por Rubén Clavería


Si has estado fuera del mundo durante 23 años puede que la “Traición de Montreal” te suene a misión del Call Of Duty, pero si te ha interesado la lucha libre en algún momento de tu vida, estoy seguro de que habrás oído hablar de ella. Es unos de los incidentes más famosos de la historia de la lucha libre. Aquel 9 de noviembre de 1997 la lucha libre cambió para siempre y, en resumidas cuentas, es todo lo acontecido en la salida de Bret Hart de la WWE (que ya había firmado por WCW) y todo lo que se maquinó para que no dejara a la empresa en ridículo.

Quizá este artículo es para los que estuvieron fuera del mundo. A ver, os explico. En aquella época, había una batalla televisiva entre WWF y WCW que reunía a casi 10 millones de televidentes los lunes por la noche. Increíble. Además, la WWF estaba pasando por problemas económicos y la WCW contrataba a todas las grandes estrellas de la WWF. Pero había un luchador que se resistía a salir de la WWF rumbo a WCW. Ése era el fiel Bret Hart.

Este luchador había permanecido en la empresa durante 14 años, formando parte en la “Edad de Oro” del maravilloso Tag team The Hart Foundation. Era fiel a la marca, no había duda. Además, era la superestrella más famosa de la época. Pero claro, apareció otra superestrella que intentaría eclipsar a The Hitman Hart; mi amado Shawn Michaels. El chico rompecorazones formaba parte del stable The Kliq junto a Kevin Nash, Scott Hall, Triple H y X-Pac. Campaban a sus anchas tras bastidores (con el beneplácito de McMahon), controlando las decisiones creativas de su stable para la envidia y desazón del backstage.

Bret Hart estuvo en contra en todo momento de que The Kliq hiciera lo que quisiera y tras rechazar un contrato de casi 9 millones de dólares por parte de la WCW, la WWF permitió que Bret tomara las riendas creativas de su personaje y así evitar confrontaciones con el stable The Kliq antes de dividirse en D-Generation X (WWE) y nWo (WCW).

La libertad creativa de Hart hizo que su sentimiento nacionalista (recordemos que es canadiense) aflorara hasta el punto de declarar que los luchadores estadounidenses eran basura comparados con los luchadores europeos o canadienses. Claro, esto lo enemistó con el público y lo convirtió en uno de los villanos más odiados de la historia. Bueno, también lo convirtió en el héroe nacional de Canadá. Michaels, por su parte, aprovechaba cualquier ocasión para vejar la bandera canadiense acrecentando así una rivalidad contra Hart que llegó a lo personal.

Los dos eran grandes profesionales, pero con un ego enorme. Se cuenta que, tras un show en California, Bret echó en cara a Shawn su falta de profesionalidad asegurándole que no tendría ningún problema en perder junto él ya que el campeonato estaría en buenas manos. Michaels sólo acertó a decirle: “Tranquilo, porque no volveré a perder contra ti”. Ole tú, Michaels, ole tú. Esto indignó tanto a Bret Hart que se negaría a perder su campeonato contra Michaels, por los siglos de los siglos.

Eran ya mediados del 97 y Bret Hart empezaba a no encajar dentro de WWF. Tanto fue así que buscó consuelo en la WCW firmando un contrato millonario mucho mejor que el que rechazó en su momento. Desde el conocimiento de la noticia McMahon empezó a pensar en la manera de quitarle el campeonato antes de su marcha a la empresa rival. El mayor miedo de Vince McMahon era que Bret apareciera en WCW siendo campeón de la WWF y ridiculizara a la empresa como hizo en horario de máxima audiencia Alundra Blayze tirando el campeonato de la WWF a un cubo de basura. Ole tú, Blayze, ole tú.

Lo cierto es que Vince buscaba miles de opciones y el único que podía cargar con la empresa tras la marcha de Bret sería Michaels ya que, por ejemplo, Stone Cold era todavía novato para sostener el título. Bueno, y ya veis cómo estaban las cosas como para hacer perder a Hart.

Quedaba poco más de un mes para la marcha de Bret y el único evento posible para hacerle perder el campeonato era… sí, un Survivor Series que se celebraba nada menos que en Montreal. Único sitio donde Bret se negaba rotundamente a perder contra Michaels.

Vince seguía desconfiando de que Bret marchara a WCW con el título de la WWF en mano y necesitaba que Hart perdiera sí o sí, así que ideó su traición un día antes junto a Michaels y Pat Paterson. El árbitro debería hacer sonar la campana cuando Michaels aplicara un Sharpshooter a Hart y lo haría perder por rendición. Nadie más sabía lo que esto ocurriría. Incluso el pobre Earl Hebner (árbitro del combate) se enteró 10 minutos antes de salir a la lona.

Llegó el día del combate y el Molson Center de Montreal estaba abarrotado con 20.000 personas. La salida de Bret de la WWF todavía no era oficial, pero se habían filtrado rumores provocando que la expectación sobre el main event de esa noche fuera máxima. Michaels salió completamente abucheado y sin ningún tipo de reparo se limpió la entrepierna con la bandera canadiense. Qué grande eres, Shawn. Seguidamente Bret apareció como un auténtico héroe, portando una enorme bandera de Canadá entre los aplausos y vítores del público.

Vince se encontraba en ringside por si las moscas y el comienzo de la lucha tuvo lugar cerca del público para que éste se enervara contra Michaels. Poco después el plan debía llevarse a cabo. Michaels aplicó el francotirador y el árbitro hizo sonar la campana. La Traición de Montreal se había ejecutado. Pura magia. En ese instante, sonó la canción oficial de Michaels y el anunciador lo declaró oficialmente el vencedor y nuevo Campeón de la WWF. 

El momento crucial

 

El árbitro salió corriendo directo a la habitación del hotel, Michaels ponía cara de sorprendido y la de Bret Hart era un auténtico poema. En seguida se dio cuenta de lo que había ocurrido y dejó buena cuenta de ello escupiendo en la cara de Vince McMahon, que lo miraba desafiante en ringside. Mientras Bret destrozaba todo lo que encontraba a su paso, Shawn salía escoltado de la arena para evitar ser apaleado por el público canadiense. Bret dejó claro su camino mientras era enfocado. Dibujó al aire tres sencillas letras: W…C…W.

La traición pilló a todos por sorpresa y hasta el propio Undertaker se dirigió a Vince obligándole a disculparse con el canadiense. Vince se acercó al camerino de Bret y éste lo recibió con un puñetazo que le dejó el ojo morado. Eso era todo lo que tenía que hablar con el que hasta ese día era su jefe. Triple H y Michaels también tuvieron algún altercado con fanáticos a las puertas del hotel y el legado de esta traición se extiende hasta nuestros días.

Vince aprovechó la traición para convertirse en el personaje de Mister McMahon y ser así el villano más odiado de toda la industria. Eso le dio paso para construir rivalidades como la que mantuvo contra Stone Cold en la aclamada Attitude Era y convertir a la WWE en la empresa de lucha libre más famosa y seguida del mundo.

Yo aún recuerdo echarme las manos a la boca para tapar mi cara de asombro la primera vez que vi esa traición. Tú, te aconsejo, puedes dejar el mando de la consola y darle una oportunidad a esta historia que, tras 23 años, sigue y seguirá siendo uno de los mejores momentos que nos ha dado este maravilloso mundo. 

Pincha aquí para ver el resumen de la historia:

https://www.youtube.com/watch?v=OwMOtdNnWYY 

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