lunes, 1 de junio de 2020

AEW DOUBLE OR NOTHING 2020 (y cuarta parte)

Por Rubén Clavería

Era hora para el main event. Dos de los mejores luchadores que, a mi juicio, han pasado por la WWE en los últimos años. Como comentábamos, son especialistas en dejarse escapar estrellas como al actual Jon Moxley o Brodie Lee. El bookeo que ha tenido Lee desde su reciente llegada ha sido espectacular; y ha venido para quedarse.

Salió acompañado de su séquito The Dark Order y aguantó estoico la entrada del lunático Jon Moxley. Se avecinaba un combate violento y una barrera de guardas de seguridad dividía el ring entre estas dos bestias.

Las dos bestias enjauladas


¿He dicho ya que adoro la voz de Dasha Gonzalez? Las presentaciones para el combate en el que se jugaba el campeonato mundial de AEW estaban hechas. Ring the bell!

Empezaron a saltar chispas en un inicio frenético en el que un Tope Suicida de Moxley dejó a Lee tendido junto a la barricada. El árbitro les recordaba que el combate debía ser dentro del ring.

Brodie llevaba a Moxley a lo alto de las cuerdas, pero, en un rifirrafe, Jon recibió otro Tope Suicida por parte de Lee. Y es que es un luchador bastante ágil para su peso y estatura.

Moxley se veía decidido y, bien es cierto, siempre da el máximo en los combates. Así lo hizo levantando los 125 kilos de Lee y estampándolo contra unas sillas situadas en el ringside.

Por primera vez en mucho tiempo, Lee parecía desorientado.

Volvieron al ring y Jon recibió un Superplex. No había tregua.

La decoración que AEW preparó era para el main event así que se permitieron el lujo de destrozar unas cuantas figuras con sus caras.

Espectacular powerbomb que recibió el antiguo miembro de The Shield que, al poco, parecía huir del ring. Lee lo siguió, pero lo que recibió fue un DDT tan descomunal que destrozó la pasarela de madera que había hasta la lona. Varios médicos se interesaron por el estado de los luchadores. Yo hubiera llamado a un minero debido al boquete que habían realizado.

El antes...
...y el después


Volvió primero Jon y acto seguido un Lee con la cara ensangrentada. El lunático se desató y propinó una serie de puñetazos tan rápidos que fue imposible darles cuenta. Con el ex miembro de la familia Wyatt desconcertado, Jon aplicó una llave de rendición que apagó al gigante de la Dark Order.

Quizá hubiera alargado más el combate ya que me quedó un sabor agridulce.

Jon retiene el título y se mantiene con un promedio de 12-0.

Moxley campeonísimo


Sólo quedaba el Stadium Stampede, pero antes la AEW nos ofreció un vídeo con los mejores momentos que llevábamos de velada y, la verdad, menudo evento estábamos teniendo. Iba bien la cosa.

Ahora tocaba un vídeo para recordar la creciente tensión que han tenido entre la facción The Elite e Inner Circle prácticamente desde la creación de la empresa.

Inner Circle lo forman Chris Jericho (auténtica leyenda del wrestling y que a sus 49 años dice que es el mejor luchador del mundo actualmente), Jake Hager, Sammy Guevara, Ortiz y Santana. Verdaderos heels en plena forma.

The Elite lo forman Kenny Omega, los hermanos Jackson (The Young Bucks), Cody Rhodes (que bastante había hecho hoy), “Hangman” Adam Page y Broken Matt Hardy.

Buf, menudas pandas. Luchadores aguerridos, jóvenes, veteranos, atrevidos, violentos y se iban a enfrentar en un novedoso combate que los llevaría por todo un estadio de fútbol americano; el Stadium Stampede. He de decir que, a priori, no me llamaba mucho la atención puesto que me daba la sensación de que iba a ser algo aburrido. Pero empezaron las presentaciones y... menudo espectáculo. Por cierto, temazo el de Inner

Circle, obra del grupo de rock Fozzy en el que Jericho canta.

Ataviados como jugadores de fútbol americano esperaron a The Elite que salieron uno a uno desde la parte contraria del estadio con una canción que no puede ser más horrible.

La árbitra hizo sonar el silbato y todos corrieron hacia la facción contraria como si de una batalla medieval se tratase.

Cubos, escobas, balones... todo valía. Después del primer encontronazo, muchos de ellos parecían desubicados y es que tenían demasiado espacio para hacer sus fechorías.

Hardy y Hager pelean por un cubo


Lo cierto es que en medio del campo de juego situaron un ring que usaron poco.

Adam Page subido a caballo, sí, sí, a caballo, puso el ojo en Sammy Guevara que corrió desesperado hacia los pasillos que daban acceso al estadio. Momento que recordó a su atropello con un cochecito de golf en la pelea callejera que las dos facciones tuvieron hace menos de un mes. Sammy pudo zafarse y Page quedó buscando al Dios Latino.

Los demás empezaron a darle uso al ring. Se fueron ayudando unos a otros. Nick Jackson, de los Young Bucks, propinó un gran spear a Jericho que casi ni fue captado por la cámara. La lucha había empezado trepidante.

Mientras Ortiz y Santana subieron para ayudar a Le Champion Jericho, Omega hizo lo mismo para ayudar a Jackson.

Guevara aparecía por el horizonte respirando aliviado; Page y su caballo no lo habían encontrado.

Guevara se dirige al ring mientras Inner Circle gritan “Sammy! Sammy! Sammy!” y las animadoras corean su nombre. De poco le valió; se llevó golpes de todos al poner un pie en la lona.

Santana se atrevió con un Shotting Star Press desde lo alto del poste para caer sobre su facción y la contraria obligándoles a rodar por la hierba.

Tras esto se fueron dispersando y tomando aliento. Sí, yo también necesitaba respirar.

Jericho y Guevara empotran a los Young Bucks en el poste de la portería de fútbol americano. Mientras unos y otros cogían aire, los Bucks situaban una gran escalera junto a la portería para que el mayor de los Bucks (Matt Jackson) subiera y se lanzara desde lo alto sobre Guevara y Jericho; aun así, no consiguió el pin.

Era hora de subir por las gradas. No me quiero imaginar este evento con el estadio lleno de gente.

Como la lucha estaba tan dividida, el número de árbitros iba en aumento.

Omega decidió tener su lucha con Santana y Ortiz. Por su parte Hager se daba con Matt Hardy

Page seguía buscando a Sammy por los pasillos del estadio a lomos de su precioso caballo moteado.

Al ver que no encontraba al joven luchador decidió lo que muchos hubiéramos hecho: aparcar el caballo, le dijo que no se moviera y se dirigió al bar. Comenzaban los segmentos cómicos de la lucha.

Mientras los demás luchadores subían las gradas a la parte superior del estadio hasta que Omega, Hardy, Ortiz y Santana llegaron a una zona privada con las mejores vistas del campo.

Ortiz tiró arena a los ojos de Omega y colocó una valla metálica entre dos mesas bastante altas. Ortiz hizo subir al canadiense Omega a la mesa junto a él y lo estampó contra la valla con un enorme Power Bomb. Hasta los árbitros ayudaron a que no se vencieran las mesas.

Hardy empezó a ayudar a su colega. Por cierto, qué desaprovechado ha estado Hardy a nivel individual en la WWE. Me da la impresión que ya es algo tarde para darnos su mejor nivel individual, aunque sigue siendo un excelente luchador.

El reservado donde se estaba realizando esta parte de la lucha tenía hasta piscina y, por supuesto, fue utilizada. Ortiz y Santana tiraron a Hardy al agua y dentro intentaron ahogarlo. No sabían que Hardy era capaz de aguantar la respiración 346 segundos seguidos, como bien indicaba el cartel que AEW puso en pantalla. Seguían los segmentos cómicos. Y es que me lo estaba empezando a pasar en grande. Lo intentaban ahogar de nuevo, pero Hardy sólo levantaba el pulgar y sonreía a cámara bajo el agua. ¡Ése es mi chico!

Una piscina con mucho juego


Cuando pensaban que tenían dominado a Broken Matt Hardy, éste comenzó a repartir puñetazos e, incluso, metió la cabeza de Ortiz dentro de una enorme campana para luego hacerla sonar.

Ortiz empezó a convulsionar para después sentarlo en una silla de ruedas y atarlo con cinta adhesiva. Esto se ponía interesante.

Santana todavía no estaba controlado, pero no tardó mucho en ser metido en una máquina de hielos para después atravesar las asas con un palo para asegurarse de que no pudiera salir. Bien por Hardy.

Apareció Hager por los pasillos en busca de pelea y encontró el caballo en la puerta del club. No había duda, Page estaba dentro.

Adam Page estaba tranquilamente sentado en la barra y Hager le dice que sabía que estaría ahí. Page, pacientemente, le ofrece una bebida con la condición de no pelear, pero… ése no era el punto. Se empezaron a dar golpes por todo el bar, se rompieron palos de billar en la espalda, dieron cuenta de lo duro que era el propio billar…

Hager demostraba su fuerza (yo no me metería con un ex luchador de UFC) levantando a Page hasta la barra y arrastrándolo por toda ella como si fuera un pelele. Cómo me reí. Me recordó a las antiguas peleas de bar del Oeste.

Hager intentó pin tras destrozar una mesa con la espalda de Page; no era suficiente. Además, apareció Omega para ayudar a su compañero. Era buen momento para destrozar botellas en la cabeza del contrario. Una tras otra la cabeza de Hager fue probando “A Little Bit of the Bubbly”, como dice su colega Jericho. Y fueron, mínimo, 5 botellas las que le reventaron en la cabeza.

El trabajo estaba hecho, así que Page le sirvió una copa a su compañero Omega que, muy saludablemente, tomó un vaso de leche mientras Adam probaba el whisky.

El centro de atención ahora estaba en el campo. Sammy Guevara se estaba dando con Matt Jackson el que en un momento le empezó a hacer Northem Light Suplex. Nada menos que 3 seguidos.

Mientras se nos mostró como Nick Jackson hacía tragar a Jericho el humo que salía de una máquina a pie de pista. Volvió el plano de los Northem Light Suplex pero ya no llevaban 3 seguidos, ¡iban por 30 yardas! Momento súper divertido.

Le Champion le gritaba a Nick a través de un altavoz, pero éste empezó a sacar balones de rugby de una bolsa y uno a uno fueron impactando en el cuerpo de Jericho. Acto seguido, Jericho lo metió en la boca de un jaguar gigante ya que el estadio es la sede de los Jacksonville Jaguars de la NFL y el jaguar es su mascota.

No podía creelo, Guevara y Matt Jackson seguían con los Suplex e iban camino de hacer Touchdown. Brutal.

Jericho recogió un cono y se lo puso en la cabeza haciendo la risa de un duende, recordando otro de los momentazos de la pelea callejera de hace unas semanas.

En éstas apareció el último miento de Inner Circle; Floyd. Que no es ni más ni menos que un bate de beisbol. Nick, tras recibir un golpe con el bate, estaba casi fuera de combate y Jericho intentó el pin. La árbitra contó hasta 2 y Jericho pidió el ojo de halcón y discutieron en la casera del VAR en otro de los momentos de la noche.

Matt consiguió hacer el Touchdown de Suplex con Sammy a cuestas, increíble. Tanto

era su alegría que Matt comenzó a celebrarlo y el árbitro lo amonestó por ello. Eso sí, Matt le respondió con un Superkick. ¡Qué buen segmento!

Nick, en su lucha con Jericho, estaba a punto de comerse al bate Floyd, pero su hermano llegó en su ayuda. Pusieron a Jericho en una mesa y mientras Matt sujetaba a Jericho con Floyd en la garganta, Nick subió las decenas de metros de grada para después bajar a toda velocidad y lanzarse sobre Chris Jericho, que quedó fuera de fuego. De repente apareció Page con un carrito con el que se marcan las líneas de juego y pasó por encima de Chris sin dudarlo marcando una línea desde sus zonas nobles a la cabeza. Brutal.

Sammy había recibido posiblemente 80 Northem Light Suplex. Estaba exhausto y se arrastraba por el suelo, con tan mala suerte que se activaron los aspersores. Chúpate ésa, Sammy.

Creyendo que era el vencedor al ser el último hombre en pie, comenzó a celebrarlo, pero… exacto, apareció Matt Hardy y Keeny Omega montados en el famoso carrito de golf con el que atropellaron al latino hace unas semanas.

Corre, corre


Van tras él pero no lo alcanzan a atropellarlo. Lo siento, Sammy. Estás sólo y tus minutos están contados.

Sube desesperado por la grada y Omega y Hardy tras él.

Se sitúan en una plataforma que estaba preparada y Sammy no pudo escapar.

Omega le aplicó un "One Winged Angel" con una caída de 7 metros de altura para hacer el pin.

Volando 7 metros


Ganan The Elite en una lucha espectacular, divertida y amena.

El Double Or Nothing 2020 fue un evento tan bueno que se podría decir que AEW ya tiene un nuevo fan. Yo.

The Elite, vencedores


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