miércoles, 13 de mayo de 2020

MONEY IN THE BANK 2020

Por Rubén Clavería


No voy a negar que este Money In The Bank 2020 fue uno de los que con más ganas cogí en estos últimos años.

La situación actual generada por el COVID-19 hizo que la WWE, una vez más, tirara de ingenio en uno de los eventos más importantes del año. ¿Que las condiciones prohíben la celebración de grandes eventos con público? Pues lo hacemos sin él. Pero esta vez cambiaron las reglas.

Creo sinceramente que el sorprendente resultado lo decidió Vince McMahon para darse un capricho. Luego explicaré el porqué. Lo mejor es que os cuente mi parecer sobre el trascurso de la velada. Ring the bell!

Muchos me lo echaréis en cara pero he cogido la mala costumbre de saltarme el visionado del Kick Off. Y creo que esta vez me perdí algo grande. Jeff Hardy VS Cesaro. Una leyenda de la WWE VS uno de los luchadores más menospreciados del roster. Creo que en estos días de reposo veré este combate sólo por gusto.

Después vino la lucha por el Campeonato de Parejas de SmackDown en una Lucha Fatal a 4 Esquinas que enfrentó a John Morrison & MIZ, The New Day, Lucha House Party y a The Forgotten Sons. Sólo de decir tanto nombre ya me ha dado algo de pereza.

La verdad es que a este título le hace falta un buen push porque, por Dios, The New Day cansan a las piedras. Entiendo el tirón entre los más pequeños (por eso de los colorines, los gritos y los bailes sin razón), pero ya está bien. Lo más triste es que no hay un Tag Team creíble para destronar a los del Nuevo Día. En fin...

La lucha comenzó rápida con un Kingston siempre correcto y un Gran Metalik que no paraba de realizar piruetas al más puro estilo lucha mexicana. Wesley Blake de The Forgotten Sons aprovechó para sacar a Kingston y empezar a repartir mientras The MIZ, como buen niño repelente que es, hacía burlas desde la esquina. Esto sólo lo arregló la entrada de Morrison. Quizá sean sus 20 años de experiencia, pero cuando sale al ring se respira otro ambiente. Siempre lo da todo. De hecho, el momento más memorable de este combate lo dió él y Gran Metalik al saltar sobre todos los demás luchadores situados en el ring side desde una de las esquinas.

Forgotten Sons seguían haciendo su demostración de fuerza, pero lo cierto es que les falta mucho carisma. Su reciente ascenso al roster principal nos les ha ayudado mucho. Veremos cómo avanza este Tag Team.

Por cierto, ¿dónde está Lince Dorado? Ah, sí. Salió pasado medio combate cuando prácticamente nadie se acordaba de él. El combate terminó con un innegable despliegue de fuerza de Big E haciendo un pin a Gran Metalik para retener el campeonato.

Les siguió una lucha de relleno que en un principio iba a enfrentar a R-Truth contra MVP.

R-Truth no será un gran luchador, pero es de los mejores showmans que tiene la WWE. Salió rapeando y hasta se me escapó un “WHAT'S UP!” en respuesta a los suyos. MVP, que hizo regreso en el pasado Royal Rumble, le dijo que no, que él no era a quien se iba a enfrentar. Y aquí hizo aparición el siempre cincelado Bobby Lashley. Un combate que terminó en cuanto Bobby le pudo hacer una lanza a R-Truth para dejarlo partido en dos.

A Bobby no le vino nada bien el nefasto manejo de personaje que hicieron con él de un tiempo a esta parte. Su romance con Lana no me consiguió sacar ni una sonrisa.

La lucha de escaleras por el maletín del MITB se hacía esperar mientras Bayley defendía su Campeonato Femeninio de Smackdown contra Tamina. ¿Alguien se cree a Bayley en su papel de heel? Yo no. Es algo que me cuesta de sobremanera. Bayley como heel no funciona, es innegable.

El combate fue aburrido y la única emoción era ver a Bayley acompañada de Sasha Banks. Porque... no soy el único que espera la traición de Sasha, ¿verdad?

Bayley se cebó con la pierna de Tamina en varias ocasiones debilitando a la luchadora de origen samoano. Intervino Sasha despistando a Tamina para que así Bayley le pudiera aplicar el pinfall. Fin. Bayley retiene.

Arrebatarle el Campeonato Universal a The Fiend en Arabia Saudí, con el buen manejo del personaje que se había hecho hasta ahí, fue un error tremendamente importante.

Después de pasar por varias manos, el defensor en esta velada era Braun Strowman, que tenía que enfrentarse contra el alter ego de The Fiend, Bray Wyatt.

Wyatt hizo referencia en un principio a la amistad que los unió en La Familia Wyatt pero el monstruo entre hombres le espetó que ya no es el que era. Así que, marcadas las distancias, Braun fue pegando fuerte a Bray mientras éste, o su Fiend interior, soltaba alguna carcajada.

La mesa de comentaristas fue arrasada cuando Braun intento arrollar sin éxito a Bray que, al momento, lo estaba esperando encima del ring con una nueva carcajada. Y es que Bray sabe jugar con las mentes.

Apareció Huskus the Pig de la Firefly Fun House dando ánimos desde el público e hizo que el dueño de la casa de las luciérnagas creciera en violencia. Braun resistió un Tornado DDT y un Sister Abigail; por algo lo llaman monstruo.

Bray volvió a hablar con su demonio interior soltando un “I know!” y es que es brutal el trabajo de interpretación que está haciendo.

Tras varios golpes fuera del ring, Strowman apareció con su antigua careta de oveja negra. Y es que Braun también sabe jugar con las mentes, al menos con la de su antiguo “pastor”.


Parecía que un reencuentro de La Familia Wyatt estaba más cerca pero, tras un abrazo fraternal, Braun tira la careta al suelo y la destroza de un pisotón haciendo añicos todas mis esperanzas.

Bray recibió un running powerslam que no pudo soportar. Strowman retiene el título y se va mientras aparecen destellos de The Fiend en pantalla. Algo que me indica que esta historia no ha terminado.

Y ahora era momento para la mejor lucha de la noche. El campeón de la WWE defendía título contra Seth Rollins. Fue curioso ver a Seth El Mesías entrando con una nueva canción, que pega bien con ese nuevo personaje heel que a mí no me termina de convencer.

Siempre he mantenido que Drew McEntyre es el campeón que la WWE necesita. No hay combate que no demuestre su superioridad.

El combate empezó con miradas desafiantes y ritmo pausado ya que el antiguo miembro de The Shield no sabe por dónde atacar al gigante escocés.

La falta de público tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. ¿Las malas? Pues que, si hubiera habido público, este combate apuesto a que se hubiera proclamado como uno de los mejores del año. La verdad, sin público se vive diferente. ¿Las buenas? Las palmadas que se dieron en el pecho se pudieron escuchar hasta en la otra punta del Atlántico.

Rollins sacó todo el arsenal; quizá la única manera de superar a Drew. Saltó varias veces entre la segunda y tercera cuerda para empujar al escocés que se encontraba en el ring side, soltó varios rodillazos desde la mesa de comentaristas, debilitó la rodilla del campeón para intentar derribarlo, pero... poco se puede hacer contra esta bestia. El escocés se zafó de todos los golpes e hizo volar al Arquitecto hasta la mesa que previamente había despejado. Ritmo frenético.

Cuando Seth se consigue recuperar, coge fuerzas para soltar varias patadas a la cabeza y a la rodilla de Drew, pero sólo consigue cuenta de uno en el intento de pin. Y es que McEntyre sigue siendo muy superior. Y a la vista está ya que después de recibir un Frog Splash la cuenta del pin tampoco sobrepasó el uno.

El escocés volvió a recibir un Superkick y un Curb Stomp pero nada puede superar un Claymore infalible de un tío de casi 2 metros y 120 kilos de peso. Drew mantiene el campeonato después de una lucha de titanes.

McEntyre no quiso marcharse sin darle un apretón de manos a Seth y demostrar que es mejor ser un ser humano mortal que un mesías.


Tras la magnífica lucha que nos brindaron Drew y Seth llegó el esperado momento. El combate de escaleras por el maletín del Money In The Bank.

Esta vez, como comenté al principio, habían cambiado las reglas. La mecánica era la misma pero esta vez los contrincantes tenían que ascender hasta la azotea de la Titan Tower donde están ubicadas las oficinas de la WWE. Era un evento grabado, un escenario diferente y tanto hombres como mujeres luchaban a la vez. Era lógico que este MITB fuese tan esperado.

Fueron presentados por este orden: Lacey Evans, Nia Jax, AJ Styles, Otis, Carmella, Shayna Baszler, Aleister Black, King Corbin, Dana Brooke, Asuka (que en un primer momento no apareció), Rey Mysterio y Daniel Bryan.

De repente apareció la japonesa desde lo alto de una cornisa del hall y se lanzó desde unos 4 metros de altura encima de todas sus rivales. Esto hizo que quedaran aturdidas aprovechando Asuka el desconcierto para subir por el ascensor. Chica lista.

Los hombres, por su parte, comenzaron la pelea en la zona del gimnasio, lo que me recordó a la lucha Orton VS Edge en el pasado Wrestlemania 36.

Corbin lanza una pesa a Brian y rompe un espejo gigante. Pone cara de darse cuenta de todas las posibilidades que puede dar esta lucha pero, como tiene la inteligencia justa para sólo alardear de su trono, no llega a asimilarlo.

Otis se ceba con AJ Styles. Aleister con Rey Mysterio. Y Corbin (no me sale llamarlo King Corbin, lo siento) con Bryan.

Otis atrapa a Styles bajo unas pesas y éste pide ayuda a un Rey Mysterio que le responde con un claro “Estás loco”.

Los luchadores empiezan a correr por los pasillos cuando Rey Mysterio se encuentra a Brother Love saliendo del baño con cara de haberse quedado bien a gusto.

Siguen escalando metros hasta que las dos secciones se encuentran en una zona de oficinas mientras se advierte a Asuka escondida dentro del ascensor. Ante la confusión de qué camino elegir, Asuka aprovecha para tomar ventaja y sale corriendo. Son varios los que salen tras ella pero Otis, Bryan y Corbin nos brindaban uno de los momentos más graciosos. Daniel Bryan enreda los brazos de Corbin entre las cuerdas de un pseudo cuadrilátero y aprovecha para darle sus certeras patadas en el pecho. Otis responde con un “YES!” a cada patada. Cada vez las patadas son más rápidas y los “YES!” más seguidos, hasta que todos estábamos gritando el lema del YES Movement. YES! YES! YES! Muy gracioso. Justo después apareció un Doink The Clown detrás de un sillón. Bonito recuerdo aquel personaje que pasó sin pena ni gloria por la historia de WWF.

No podía estar más expectante por saber quiénes iban a ser los ganadores de los maletines.

Las chicas entraron en la MITB Office y tras varios sillazos Dana Brooke coge un maletín repleto de dinero que estaba colgado del techo. Imposible, Dana Brooke no podía ganar y así se lo recordó Stephanie McMahon. Debía subir hasta la azotea y coger el maletín que estaba ahí colgado.

También nos brindaron otro segmento bastante interesante mientras AJ Styles buscaba revancha por no haberle ayudado en el gimnasio. AJ se encontró de frente con un gran cuadro del Undertaker y hasta se le oyeron temblar los huesos. El Boneyard Match que nos dedicaron en Wrestlemania 36 fue lo mejor de aquella noche y, aunque no nos hayan explicado cómo salió AJ de aquella tumba, la rivalidad entre ambos aún está latente. El miedo se le apoderó por completo cuando abrió la puerta de una oficina y se encontró un ataúd con un aura azul inquietante. Se paralizó de miedo y Aleister aprovechó para encerrarlo.

A punto de llegar a la cima pasaron por una sala donde pudimos ver a Paul Heyman a punto de zamparse la comida que yo me como en un mes. Tener a Paul Heyman, a Otis y una mesa llena de comida sólo podía desencadenar en una cosa: ¡guerra de comida! Se empezaron a tirar de todo. Fue divertido. Tanto como cuando Otis, acto seguido, se fue al comedor y le estampó un pastel en la cara a John Laurinaitis. Si el COVID no le hubiese dado estas circunstancias, creo que se hubieran paseado muchas más leyendas por el evento.

Después AJ Styles y Daniel Bryan nos dieron otro gran momento de la noche cuando entraron en la oficina de Vince dándose puñetazos sin percatarse que él estaba dentro. Aquí pudimos confirmar que sí, Vince tiene huesos de dinosaurio en su oficina. Muy gracioso también. Los echó con un simple “Fuera!” pero volvieron a poner las sillas en su sitio, como niños arrepentidos. El jefazo se lavó las manos (higiene ante todo) y siguió escribiendo en una libreta amarilla el final de lo que se nos avecinaba.


Asuka, Nia y Evans habían sido las primeras en llegar a lo alto así que la suerte estaba echada.

Evans mostró el “derecho de la mujer” a Nia y la dejó noqueada, eliminando así a una de sus contrincantes. Después de varios forcejeos entre Evans y Asuka, ésta le propinó un codazo que le dejó el camino hecho. Asuka logra el maletín después, incluso, de quitarse al impertinente Corbin de en medio.


Con Corbin todavía en fuera de juego, apareció Otis para intentar subir por la escalera. Pero los escalones no aguantaban su peso. Aleister y Rey Misterio intentaron también subir pero Corbin les guardaba una sorpresa. Tiró a los dos cornisa abajo. Estuvo tan bien hilado que parecía que los había tirado de verdad. Bien, Vince, bien. Con AJ y Corbin peleando con el maletín ya fuera del arnés surgió de la nada un Elias que reventó su guitarra en la espalda de Corbin.

AJ Manos de Mantequilla Styles no agarra bien el maletín y cae en los brazos de Otis que, sorprendentemente, se convierte en el ganador del MITB 2020.

Uf, qué difícil es narrar un evento tan extraño. No era un combate aluso. Me pareció un evento gracioso, sorprendente e innovador.

Aunque a Otis le tengo especial cariño, no esperaba que ganase tan magno premio. Veremos cómo lo canjea.

Al principio comenté que el resultado lo decidió Vince para darse un capricho. Y así me reafirmo.

La historia de Otis con Mandy Rose, Sonya Deville y Dolph Ziggler está llena de intriga, traición, diversión, pena, amor, amistad y resentimiento. Y la verdad es que hizo que le cogiéramos cariño al gordito de Heavy Machinery. Pues... ¿sabéis quién está detrás de toda esta historia? Sí, es el propio Vince McMahon el que bookeo todo esto y la gente respondió como hacía tiempo no lo hacía. Otis campeón del MITB es simplemente la guinda a SU pastel. Y yo, amigos, no seré quien se lo eche en cara.


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